Desde la Font Jordana, una subida de cipreses llega hasta este santuario, situado al pie de la sierra de Agullent, y donde cada primer viernes de septiembre cientos de personas suben en romería nocturna. Edificada en el siglo XVIII, la ermita tiene a su lado una casa de ejercicios, un albergue y un espacio de restauración casera.
La advocación a San Vicent Ferrer, tan común en el teritorio valenciano, adquiere en Agullent un significado especial, pues no sólo visitó estas tierras en vida, sino que en 1600 fue el encargado de liberar a los vecinos de la peste, según narra la tradición local.