El paseo empieza en el área recreativa del Preventori (en el término municipal de Alcoi), que ofrece diversos servicios como fuentes, mesas rústicas, bar y sanitarios, así como piscinas en la temporada estival, todo ello en un paraje que ofrece además lugares sombreados para el ocio y el descanso de los visitantes. Ésta es una zona muy conocida y frecuentada por los habitantes de la zona. El edificio fue expresamente construido, en los años 50, para albergar un hospital para niños enfermos de tuberculosis con las aportaciones económicas con que todos los estamentos y las clases sociales de la ciudad participaron. Años después se convirtió en casa de acogida para niños huérfanos y actualmente funciona como residencia de ancianos. El camino que comienza a la altura de la gran balsa y que se interna hacia donde nace el barranco, conduce a otra parte del área conocida como L’Horteta del Pobre (punto 1), donde también encontraremos mesas de piedra, a parte de la balsa, la fuente y un puente de madera nuevo como protagonista sustituyendo otro anterior, todo en un fresco rincón acondicionado recientemente para acoger la visita de quien se asome.
Hay muchas sendas que conducen a la cima -a 921 m de altitud, presidida por la cruz y la Ermita de Sant Cristòfol (punto 2), que le da nombre a este monte público- que han sido formadas por el trasiego de muchos amantes de la naturaleza que durante años se han acercado hasta aquí, alejándose de la urbe, para disfrutar de la paz del paraje. Así, siguiendo siempre la opción más conveniente para evitar la proliferación de nuevos atajos y menguar el proceso erosivo de la ladera, ascenderemos por esta roca oculta por los pinos y el matorral más vigoroso de un cerro soleado como éste. En un principio la senda atraviesa una suave pendiente repleta de pinos con el abundante manto de lastón (Brachypodium retusum) y con alguna sabina (Juniperus phoenicea); más arriba pinos, romeros (Rosmarinus officinalis), espinos negros (Rhamnus lycioides subsp. borgiae), romeros macho (Cistus clusii), pinillos de oro (Hypericum ericoides), algún aladierno (Rhamnus alaternus) y las aliagas, se aferran a la roca por cualquier fisura, resistiéndose a perder su oportunidad.
Esta parte del sur de la sierra de Mariola no ha presentado siempre el mismo aspecto, puesto que en el pasado carecía prácticamente de cubierta vegetal La repoblación se realizó dentro de la iniciativa de la construcción del hospital infantil, participaron escolares de toda la población y personal del ejército. Durante la ruta nos podrá sorprender el canto de algunos pájaros, la rápida huida de pequeños reptiles y tal vez, con más suerte, el majestuoso vuelo del buitre leonado (Gyps fulvus), especie que ha colonizado los riscos del Barranc del Cint y de los alrededores, fruto de un programa de reintroducción en las comarcas de L’Alcoià y El Comtat llamado Projecte Canyet. La ermita actual, reformada hace unos años, es un edificio del s. XX anterior al proyecto del preventorio, pero construida sobre una del s. XIV donde probablemente hubiera anteriormente alguna construcción de origen musulmán. Actualmente se encuentra abierta permanentemente. Junto a la ermita existe un aljibe y la gran cruz de hierro, visible a mucha distancia, colocada también durante en los años 50 en sustitución de la original de madera de 1903, destruida durante la Guerra Civil.
En muchos lugares se repitió la iniciativa de celebrar el inicio del nuevo milenio con la colocación de cruces en las cimas de elevaciones bien visibles desde las diferentes poblaciones, aunque aquí se tuvo que esperar unos años. La excelencia de esta atalaya como mirador se hace patente en observar a nuestro alrededor el amplio campo visual que se alcanza. La población de Alcoi, surcada por sus ríos y las sierras que cierran la hoya (la Serreta, Els Plans, el Carrascar de la Font Roja i Sant Antoni, …), las destacadas sierras de Almudaina, la Serrella, Aitana y, asomando levemente con apariencia curiosa, el elevado espolón litoral del Puig Campana. Mirando al norte nos sorprenderá ver el impresionante tajo del Barranc del Cint y las estribaciones de Mariola prolongándose a levante hacia Cocentaina y su castillo con el Benicadell al fondo desde esta perspectiva, el embalse de Beniarrés a sus pies y las más lejanas montañas de La Safor; en cambio si atisbamos hacia poniente, por la espalda de la ermita, el peñón del Castellar y los campos del Baradello nos saludaran con su verdor estacional.
En frente, cerrando el cuadro hacia el interior de la sierra, la línea del Alt de Les Pedreres y destacando con una tonalidad más clara, los antiguos cráteres de extracción mineral que le dan nombre al alto, que abandonaron esta actividad ya hace años, y que actualmente acogen el comentado Projecte Canyet. Cabe resaltar que todo el paraje, ermita, sendas y alrededores, ha sido acondicionado con el esfuerzo anónimo y desinteresado de muchos jubilados vecinos de Alcoi, amantes de la sierra y que año tras año han hecho de este lugar su casa y la de todos. El regreso al punto de partida se realizará por una senda de menor pendiente por la vertiente septentrional del cerro, rodeando inicialmente antiguos bancales de olivos, y que abandonaremos antes de llegar al Baradello de Moia para volver al inicio en un rápido y descansado descenso.