Son las segundas en importancia de la población. Estas fiestas, declaradas en el año 2019 bien de interés cultural (BIC) por la Generalitat Valenciana giran alrededor de “les danses” que durante siglos han sabido conservar sus rituales, música e indumentaria tradicional; pero lo que más las caracteriza es su popularidad. El preludio son las “dansetes” (a modo de ensayo que se celebran la semana anterior al son del tabal y dulzaina).
Comienzan las fiestas con la Cabalgata, la participación de las Clavariesses Mayor e Infantil con sus respectivos Cortes de honor, los “Cabolos” (siete cabolos que hacen las delicias de los más menudos) “el cocinero, el tuerto, la niña, el negrito, el maño y el abuelo“, que dirigidos por el “maestro” danzan al son de la música, y al cese, corren detrás del los intrépidos niños.
Del 23 a 27 a las 23.00 h los bailadores tienen una cita en la plaza del Ayuntamiento. Un de los ritos más arraigados es el comienzo de la “Dansà” que realizará la “Cap de Dansa” una mujer casada, a excepción de la primera noche que corresponderá el honor a la Clavariesa mayor. Tanto el rito del comienzo, los pasos de baile, la indumentaria y la música hacen que estas danzas sean unas de las más singulares de la comarca de la Vall d’Albaida.
Finalizan las fiestas con el día de la festividad de Sant Agustí con misa, procesión y ofrenda de flores.