Pozo de pequeñas dimensiones, recientemente restaurado y visitable, es el testimonio de una actividad económica ya extinguida: el comercio de la nieve. Rematado con una bóveda, está catalogado como una de las 137 cavas censadas en el sector Bético Meridional. Su actividad era estrictamente local, sin intervenir en el mercadeo a gran escala. Según el cronista oficial de Agullent, el horno ya estaba construido a finales del siglo XVI, pues la documentación municipal recoge la solicitud de Ontinyent a Agullent de nieve, como remedio terapéutico para la epidemia de peste que estaban sufriendo.