La Iglesia de San Juan Bautista, situada en el casco antiguo de la localidad de Muro del Alcoy. Las fiestas patronales toman inicio y fin en la misma. La Virgen de los Desamparados es trasladada durante los días festivos desde su ermita hasta la parroquia, donde permanece 15 días para su veneración y adoración por los devotos vecinos de la localidad.
Era un edificio de estilo Renacentista, con una sola nave abovedada, con cuatro capillas a cada lado y dos sacristías entre las cuales se alzaba el altar mayor. Los arcos eran de ladrillo y las esquinas y portada principal de piedra labrada con molduras. Aquel templo estuvo en uso hasta la construcción de la actual parroquia, de estilo neoclásico, empezando en 1827 e inaugurado en1837, siendo su arquitecto Fray Vicente Cuenca.
Formando parte del proyecto de construcción del templo, se encontraba el del retablo del altar mayor, que además de la parte destinada a la pintura debía poseer unas figuras escultóricas que rematarían el conjunto, unos ángeles en la parte central y estatuas de Adán y Eva en las esquinas. En cuanto a la pintura del retablo se realizó durante los años 1604 a 1607 siendo su autor Jerónimo Rodríguez de Espinosa, ayudado por Jaime Terol como decorador. Componían el conjunto total de nueve tablas, cinco de las cuales se encuentran en el Museo Diocesano y desconociéndose el paradero de las restantes. Hoy en día, se encuentran en el Museo de la Catedral de Valencia cinco tablas que forman parte del retablo mayor de la antigua iglesia de Muro, hallándose en mal estado de conservación, debido en parte, al incendio sufrido el Palacio Arzobispal durante la guerra civil. La técnica empleada por el pintor, es un temple graso sobre tabla. Las medidas de las tablas son similares, sobre 153 * 99´5cm; están compuestas por cuatro tablas dispuestas longitudinalmente con tres travesaños dispuestas longitudinalmente para reforzar las uniones. Las tablas llevan un recubrimiento de estopa y cola animal par el anverso y reverso.
En la actualidad, en el retablo aparece la Virgen de los Desamparados en el centro, ya que fue proclamada patrona el 5 de marzo de 1907, debido a la devoción de los mureros hacia la misma y culto público con manifestaciones festivas. A ambos lados aparece el Co-patron San Roque (antiguamente patrón la villa) y San Francisco de Borja que fue superior de los Jesuitas.